"El silencio ante la toxicidad es complicidad"
Cuando un líder ignora conductas dañinas, prácticas injustas, abusivas o autoritarias, al interior de su organización, permite que estas se normalicen y perpetúen, afectando la moral, la productividad y la reputación de la empresa.
“Alzar la voz” e intervenir oportunamente ante manifestaciones tóxicas en la organización, no solo es un deber moral de todo líder, sino la mejor forma de proteger el bienestar del equipo y contribuir a preservar una cultura organizacional sólida, ética y armónica para todas las personas en la empresa.
¡Transforma tu organización con acciones que hagan la diferencia y fomenten ambientes sanos, seguros y confiables!
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